Hablar de los jerezanos alto y claro no es un asunto demasiado frecuente. Sí es cierto que se ha dicho mucho, sobre lo más evidente y ruidoso, sobre las estéticas jerezanas, sobre ese señorito engominado y de meñique tieso, sobre los inacabables ap
Este sitio web utiliza cookies, tanto propias como de terceiros, para mellorar a súa experiencia de navegación. Si continúa navegando, consideramos que acepta o seu uso.Máis información