Su origen no tuvo nada de extraordinario. "Casablanca" nunca ocultó su modesta condición de filme de propaganda antinazi. Pero el caso es que tuvo un éxito extraordinario, ganó el Oscar a la mejor película y se convirtió en una de las cumbres del séptimo arte. ¿La explicación? Muy simple: hay películas que nacen con suerte. Este libro nos cuenta, sin omitir detalle alguno, cómo ocurrió este maravilloso accidente.